SEBA COSTA: "ARTE O MUERTE"
Por Ignacio Merlo
Egresado en ETER en 2003, Sebastián Costa es un multifacético locutor. Sus voces han ilustrado muchísimas de las más reconocidas campañas publicitarias, institucionales y se convirtieron en marca registrada. En el mundo del doblaje, participó en cientos de documentales de Discovery Channel, MTV, TCM, Tru TV, y ha puesto la voz ha muchísimas películas dobladas al castellano. Su voz es reconocida en todo Latinoamérica y esa experiencia la llevó a la clase de neutro de la carrera de locución para brindar una verdadera clase maestra.
“Está perfecto cómo lo decís. ¿Pero por qué no probás así?”, sugiere Costa a un alumno y desenfunda el caño de su voz. En una clase atravesada por los consejos, desplegó toda su experiencia e histrionismo frente al micrófono.
Además, transmitió consejos a los alumnos para que no dejen pisotear su profesión: “La locución es un servicio. No se graban locuciones de onda, porque si no estamos atentando contra la profesión”, explicó. Y agregó: “Pero por otra parte, no sirve de nada tener el carnet de locutor si uno no se siente seguro de lo que hace. Es preferible un locutor con 2 ó 3 registros de voz confiables que uno que tenga 15 y sean todos iguales. Tenemos que conocer nuestros límites y ser muy autocríticos, para ser mejores”, aconsejó a los alumnos.
Por otra parte, y enfocado en el aspecto práctico, hizo una práctica con cada alumno, por lo que todos se llevaron algún tip de su paso por la escuela.
“Está perfecto cómo lo decís. ¿Pero por qué no probás así?”, sugiere Costa a un alumno y desenfunda el caño de su voz. En una clase atravesada por los consejos, desplegó toda su experiencia e histrionismo frente al micrófono.
Además, transmitió consejos a los alumnos para que no dejen pisotear su profesión: “La locución es un servicio. No se graban locuciones de onda, porque si no estamos atentando contra la profesión”, explicó. Y agregó: “Pero por otra parte, no sirve de nada tener el carnet de locutor si uno no se siente seguro de lo que hace. Es preferible un locutor con 2 ó 3 registros de voz confiables que uno que tenga 15 y sean todos iguales. Tenemos que conocer nuestros límites y ser muy autocríticos, para ser mejores”, aconsejó a los alumnos.
Por otra parte, y enfocado en el aspecto práctico, hizo una práctica con cada alumno, por lo que todos se llevaron algún tip de su paso por la escuela.